¿RECONSTRUCCIÓN ANTICIPADA?

Podría decirse que este ha sido un verano muy movido para Brooklyn Nets, no solo porque han renovado casi la mitad de la plantilla, sino porque han cambiado esa mentalidad de ir a por el titulo a comenzar una reconstrucción.

Esta nueva reconstrucción comenzó con la marcha de Deron Williams, jugador al que los Nets habían firmado por el máximo cuando era un all star y cuyo rendimiento ha ido en descenso a lo largo de los años. El segundo paso que tomo Billy King fue el fichaje de Shane Larkin y Thomas Robinson, jugadores jovenes de los que se piensa que aún tienen potencial para explotar en la NBA, y la renovación de Brook y Young, dos buenos jugadores por los que se pegaria cualquier franquicia. Posteriormente se decidió firmar a tres veteranos como son Bargniani, Ellington y Sloan. Con todos estos fichajes, solo faltaba juventud para ponerle la guinda al pastel, y que mejor que fichar a tres rookies, Rondae Hollis- Jefferson, mejor defensor de perimetro de la última generación de rookies, Chris McCullough, ala-pivot que no pudo disputar la última temporada entera debido a una lesión de rodilla, y Ryan Boatright, base no seleccionado que ganó la NCAA con UCON el año pasado.

A pesar de que todo esto parece un camino de rosas, los Nets tienen en contra una seria desventaja, ya que en 2016 y 2018, los celtics tienen el derecho de intercambiar la elección de los Nets por la suya y en 2017, no tienen rondas del Draft, lo que podría complicarles la reconstrucción.

Lo que si que queda claro de este proceso es que los Nets se han cansado de apostar por antiguas estrellas, como son Joe Johnson y Deron, para que lideren a este equipo a la cima de la NBA.


G.C.C.



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